Este libro reúne algunos momentos de la apasionante aventura que propone el rostro humano, un viaje hacia el misterio de la expresión y la construcción, la forma y el color, las texturas y los materiales, la representación y la interpretación.
Una búsqueda que va má...
Este libro reúne algunos momentos de la apasionante aventura que propone el rostro humano, un viaje hacia el misterio de la expresión y la construcción, la forma y el color, las texturas y los materiales, la representación y la interpretación.
Una búsqueda que va más allá de las apariencias, más allá de lo superficial, profundizar en el universo interior de los personajes y poner el valor el alma de las personas. Desde siempre he tenido esa pretensión y en este libro muestro algunas de las etapas de ese camino, difícil pero placentero, lleno de obstáculos y satisfacciones, que seguirá con dedicación y pasión hasta el último aliento.
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Acerca del autor y del artista Ricardo Ajler
Me llamo Ricardo Ajler nacido en 1958, de Mar del Plata, Argentina y vivo en la ciudad de Buenos Aires, formado en academias tradicionales de arte, admirador de los grandes maestros y aficionado al retrato desde siempre. Durante muchos años trabajé como retratista y caricaturista en diversas locaciones de mi país y del mundo, en mi ciudad, en Caminito, en Recoleta, en las ramblas de Barcelona, en Plaza mayor en Madrid, en el Hide Park de Londres, en la plazoleta exterior del Pompidou en Paris… una experiencia valiosa y variada que me dió satisfacciones y anécdotas de todo tipo, recuerdos imborrables y un oficio que me acompañará siempre a pesar de haber dejado el espacio callejero público hace ya unos cuantos años.
Por otro lado y de manera permanente desarrollé lo que se podría denominar como una “carrera como artista plástico”, con muestras, proyectos individuales y colectivos, premios y distinciones de diversa importancia. Luego incursioné en el campo de la ilustración en diferentes medios gráficos, una actividad que sigo realizando periódicamente; y finalmente la docencia, que ejerzo en escuelas de Bellas Artes, donde doy clases de dibujo, pintura, grabado e historia del arte a futuros profesores de artes visuales. Mi vida ha estado dedicada durante muchas horas a estar frente a una hoja en blanco y tratar con toda mi voluntad y dedicación a poner en ese rectángulo todo lo que mis posibilidades pudieran, para expresar, representar y generar el milagro pretensioso de la creación artística. He puesto mi alma en cada línea, en cada dibujo, en cada obra, y todavía, en la medida de mis posibilidades y con las limitaciones del caso lo sigo haciendo y lo haré hasta el final.